La insoportable levedad del ser (de las estrellas de Hollywood). La escena inicial de Somewhere (En algún lugar) muestra al personaje de Johnny Marco (Stephen Dorff), un exitoso actor, subido a una Ferrari, girando en una pista de carreras, y continúa retratando el vacío de su vida, que transcurre en impersonales hoteles de lujo (el Chateau Marmont, en Los Angeles, es el escenario elegido), entre fiestas, alcohol y chicas que se le insinúan a cada paso, solo interrumpido por obligaciones tales como una conferencia de prensa o una sesión de maquillaje, dejando paso al aburrimiento y la soledad.
Todo cambia cuando una ex-pareja encarga a la estrella el cuidado de Cleo (Elle Fanning), la hija de ambos, y única relación auténtica, puesto que del resto solamente conserva mensajes de texto poco amigables de amantes despechadas, recibidos en forma inexpresiva. El tiempo que pasa junto a ella tiene un impacto tan profundo que lo impulsa a modificar su vida.
Sofia Coppola reproduce en su cuarta película su estilo moroso, lánguido, naïf, de sutil sentido del humor y don para los mínimos detalles, pero aquí su acostumbrada austeridad, su afición al minimalismo, tiene por resultado demasiados tiempos muertos.
Lo anterior se debe, en parte, a la elección de Stephen Dorff para el rol protagónico, un actor sin matices con los que sobrellevar un personaje que aparece en primer plano en buena parte del metraje. En cambio, destaca Elle Fanning, hermana pequeña de la también actriz Dakota, aportando frescura y brillo en medio de la opacidad general de la historia. También es atractiva la presencia de Benicio Del Toro en una graciosa escena en un ascensor.
Coppola introduce otras secuencias distendidas, como lo hiciera en la espléndida Perdidos en Tokio (Lost In Translation), filme al que remite en más de un sentido, demostrativas de su habilidad para cambiar el tono del relato: las mellizas bailarinas exóticas representando su número a modo de canción de cuna, el actor recibiendo un premio en Italia mientras debe permanecer en el escenario sorprendido en medio de una coreografía.
Otro de los sellos de la joven directora son las bandas de sonido donde se sirve de canciones pop que adquieren verdadera relevancia en reforzar el efecto de una secuencia determinada. En Somewhere, se escucha I'll Try Anything Once, interpretada por Julian Casablancas, líder de la banda The Strokes.
El final, por su parte, parece poco ingenioso, un tanto forzado, innecesariamente optimista.
Todo cambia cuando una ex-pareja encarga a la estrella el cuidado de Cleo (Elle Fanning), la hija de ambos, y única relación auténtica, puesto que del resto solamente conserva mensajes de texto poco amigables de amantes despechadas, recibidos en forma inexpresiva. El tiempo que pasa junto a ella tiene un impacto tan profundo que lo impulsa a modificar su vida.
Sofia Coppola reproduce en su cuarta película su estilo moroso, lánguido, naïf, de sutil sentido del humor y don para los mínimos detalles, pero aquí su acostumbrada austeridad, su afición al minimalismo, tiene por resultado demasiados tiempos muertos.
Lo anterior se debe, en parte, a la elección de Stephen Dorff para el rol protagónico, un actor sin matices con los que sobrellevar un personaje que aparece en primer plano en buena parte del metraje. En cambio, destaca Elle Fanning, hermana pequeña de la también actriz Dakota, aportando frescura y brillo en medio de la opacidad general de la historia. También es atractiva la presencia de Benicio Del Toro en una graciosa escena en un ascensor.
Coppola introduce otras secuencias distendidas, como lo hiciera en la espléndida Perdidos en Tokio (Lost In Translation), filme al que remite en más de un sentido, demostrativas de su habilidad para cambiar el tono del relato: las mellizas bailarinas exóticas representando su número a modo de canción de cuna, el actor recibiendo un premio en Italia mientras debe permanecer en el escenario sorprendido en medio de una coreografía.
Otro de los sellos de la joven directora son las bandas de sonido donde se sirve de canciones pop que adquieren verdadera relevancia en reforzar el efecto de una secuencia determinada. En Somewhere, se escucha I'll Try Anything Once, interpretada por Julian Casablancas, líder de la banda The Strokes.
El final, por su parte, parece poco ingenioso, un tanto forzado, innecesariamente optimista.
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