
Por las noches, Shamato sueña con realizar su idílica visión de las relaciones familiares, opuesta a una cruda realidad dominada por la indiferencia.
Cuando Mitsuko es atrapada intentando robar un supermercado por el encargado que amenaza con llamar a la policía, el carismático propietario de la tienda de peces exóticos más grande de Tokio, de nombre Murata (Denden), consigue interceder para que no castiguen a la joven.
A partir de ese incidente, los comerciantes darán comienzo a un vínculo donde el más exitoso someterá al más débil, al ejercer una perversa influencia sobre cada miembro de la familia, consistente en despertar en la esposa deseos reprimidos, persuadir a la adolescente a abandonar el hogar común y hacer cómplice al padre de sus asesinatos.