lunes, 12 de abril de 2021

Adiós (2019), de Paco Cabezas


No es la España que estás acostumbrado a ver en los videos, o la España de las anticuadas postales.
No es la Sevilla de la Giralda, el Alcázar o las Setas.
Es un escenario inhóspito, poco acogedor, habitado por seres que tienen que luchar para sobrevivir.
Hombres y mujeres a merced de un micro mundo hostil que no perdona a los que no son lo suficientemente fuertes.
Un ambiente que se torna enrarecido, irrespirable, a cada paso agitado de sus moradores en la búsqueda de un escape que se presenta ilusorio, de la posibilidad de una huida que parece desvanecerse a cada instante eterno.
Es el Tercer Mundo en el Primer Mundo.

Los tipos en Sevilla son duros, como en todas partes.
Arreglan sus chanchullos, dirimen sus disputas, resuelven sus pleitos a los tiros.
El veterano policía Manuel Santacana (Carlos Bardem) y el condenado por tráfico de drogas Juan Santos (Mario Casas) son fuertes por necesidad, tienen la piel curtida de tanto yugarla.
No habrían sobrevivido en ese medio de no ser así.