Mostrando entradas con la etiqueta cine asiático. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta cine asiático. Mostrar todas las entradas

domingo, 22 de julio de 2012

Headshot (2011), de Pen-Ek Ratanaruang

Tul (Nopachai Chaiyanam) es un policía honesto que durante un procedimiento por drogas descubre un cargamento de heroína que involucra al hermano menor de un ministro.
Es extorsionado para declarar a favor del narcotraficante y, ante su negativa, es enviado a la cárcel.
El Demonio (Kiat Punpiputt) es un médico que sostiene en un artículo que los hombres están dominados por sus genes malvados.
Ante el fracaso de la educación y del sistema represivo, la solución podría ser el ojo por ojo.
Atraído por semejante teoría, Tul se pone en contacto con El Demonio, que le ofrece ser un asesino a sueldo para una organización que tiene por blanco a criminales.
En el momento de cumplir con el encargo de asesinar a un político corrupto, Tul recibe una bala en la cabeza que lo deja en coma durante tres meses.
Cuando se recupera ve todo al revés.

miércoles, 27 de junio de 2012

Cold Fish (Tsumetai Nettaigyo, 2010), de Sion Sono

Shamato (Mitsuru Kukikoshi) es el dueño de una modesta tienda de peces tropicales. Está casado con Taeko (Megumi Kagurazaka), su insatisfecha segunda esposa, y es padre de Mitsuko (Hikari Kajiwara), su joven hija que no acepta la pérdida de la madre y lo rechaza por volver a contraer matrimonio.
Por las noches, Shamato sueña con realizar su idílica visión de las relaciones familiares, opuesta a una cruda realidad dominada por la indiferencia.
Cuando Mitsuko es atrapada intentando robar un supermercado por el encargado que amenaza con llamar a la policía, el carismático propietario de la tienda de peces exóticos más grande de Tokio, de nombre Murata (Denden), consigue interceder para que no castiguen a la joven.
A partir de ese incidente, los comerciantes darán comienzo a un vínculo donde el más exitoso someterá al más débil, al ejercer una perversa influencia sobre cada miembro de la familia, consistente en despertar en la esposa deseos reprimidos, persuadir a la adolescente a abandonar el hogar común y hacer cómplice al padre de sus asesinatos.

viernes, 4 de mayo de 2012

Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente [14]

Entre los días 11 y 22 de abril tuvo lugar una nueva edición, la número 14, del Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente, que continúa apostando por la pluralidad, recibiendo un masivo apoyo del público y demostrando que existe un sostenido interés por el cine producido por fuera de la gran industria.
Un cine que no consista en un mero entretenimiento, aunque también pueda tener ese carácter, sino que sea un reflejo más fiel de lo cotidiano, donde las escenas sean susceptibles de seguir el ritmo natural de las cosas y no por eso sea acusado de lento y aburrido, en el que las vertiginosas, repetidas, inverosímiles imágenes que solo persiguen lograr un impacto, en consecuencia fugaz, y al mismo tiempo, anestesiar, embotar, atontar, sean reemplazadas por otras hábiles para sugerir, imaginar, reflexionar, cuestionar, y no simplemente estallar ante nuestros ojos.

jueves, 16 de junio de 2011

El hombre que podía recordar sus vidas pasadas (Uncle Boonmee Who Can Recall His Past Lives, 2010), de Apichatpong Weerasethakul

Una película nos permite viajar a lugares distantes, experimentar modos de vida diferentes del nuestro, transformando la forma que tenemos de percibir las cosas, modificando el modo de ver el mundo que heredamos de nuestros antepasados, cambiando muchas de nuestras costumbres, abriéndonos al prójimo.
El cine del tailandés Apichatpong Weerasethakul es sensorial, intangible, inconcreto, incorpóreo.
Su esencia es esquiva, elusiva, indefinible.
El hombre que podía recordar sus vidas pasadas está basado en un libro budista, y contiene elementos mágicos, fantásticos, imaginarios.
En la secuencia inicial, un buey se interna en la jungla. Una selva que parece dotada de vida. Más tarde, sabremos que está habitada por ánimas, criaturas de espeso pelo y ojos rojos.
El tío Boonmee puede presentir la llegada de la muerte. Sufre una insuficiencia renal severa y debe someterse a sesiones diarias de diálisis.
En la granja donde cultiva tamarindos y cosecha miel de abejas, recibe la visita de su cuñada Jen y un sobrino de ella. Durante una cena, son sorprendidos por la presencia del fantasma de la mujer del tío Boonmee, fallecida diecinueve años atrás, y del hijo de ambos, desaparecido unos años después, convertido en uno de esos seres que viven en la jungla llamados "monos fantasmas", hecho aceptado por todos con total naturalidad.

jueves, 29 de abril de 2010

Mother (Madeo, 2009), de Bong Joon-ho

Bong Joon-ho (Memories of Murder, The Host) consigue con Mother un filme muy logrado, donde enseña sus sólidas dotes narrativas.
Una abnegada madre cuida de su joven hijo deficiente mental que, continuamente, se mete en problemas. Cuando es acusado del crimen de una adolescente y, ante el ineficiente desempeño policial que solo pretende cerrar el caso y un abogado desinteresado, ella se convertirá en una improbable investigadora y, denodadamente, buscará vencer todos los obstáculos que se le presenten para probar la inocencia de su hijo.
Tal argumento sirve de excusa al director coreano para expresar una crítica al Sistema y reflejar un notorio pesimismo por la naturaleza humana, temas a los que ya aludiera en sus películas anteriores.
En Bong destaca su solvencia para abordar un género, el cine de suspenso, sin perder de vista sus notas características, como la tensión dramática, sostenida durante las dos horas de duración del largometraje, sin desmedro de apuntes humorísticos, usualmente caricaturizando a sus personajes, pero siempre demostrando ser capaz de un nuevo enfoque.

jueves, 24 de diciembre de 2009

Epitafio (Gidam, 2007), de Jung Beom-sik y Jung Sik

Epitafio, proveniente de Corea del Sur y firmada por los hermanos Jung Beom-sik y Jung Sik, asistentes de Park Chan-wook en Oldboy y Sympathy For Mr. Vengeance, tiene todos los ingredientes propios del cine de fantasmas, lo cual, por repetidos, quitan mérito a todo filme dedicado a recrear el mencionado género. Nunca he visto ninguno que prescinda de la característica fantasma vengativa de pelo largo negro; en particular, recuerdo la recomendable A Tale of Two Sisters, de Kim Jee-woon.
Epitafio cuenta a su favor con una cuidada estética, una bella fotografía y convincentes actuaciones.
La película enlaza tres relatos sucedidos en un hospital situado en Seúl, durante la ocupación japonesa en el año 1942: un joven estudiante de medicina, comprometido a contraer un matrimonio arreglado por sus padres, se enamora del cadáver de la hija de la directora del hospital, su prometida; una niña indemne de un accidente de tránsito en el que muere su familia es perseguida por fantasmas; una pareja de jóvenes médicos regresa de Japón y unos asesinatos en serie ocurren en torno de ellos.
Los temas son los recurrentes al género: el dolor que provoca la pérdida de seres queridos y la propia idea de mortalidad.

sábado, 19 de diciembre de 2009

Shara (2003), de Naomi Kawase

Shara comienza con una larga secuencia sin cortes donde la cámara persigue a dos chicos que juegan y corren por las calles de Nara, la ciudad natal de la directora japonesa Naomi Kawase, hasta que uno sorpresivamente desaparece.
Años más tarde, la madre dice al padre: "No lo estamos enfrentando. Tenemos que enfrentarlo". Es el tema primordial de la película: el duelo, cómo continuar a partir del dolor que provoca una pérdida.
Luz y sombra es la respuesta que ensaya el padre en forma de dos ideogramas que dibuja frente a su familia.
Ausencia, memoria, amor, nacimiento, religión, tradiciones, forman parte de un ciclo vital.
Escenas como el primer beso, un parto natural, la revelación a una hija que es adoptada, o la realización de un festival de danzas callejeras, son retratadas en forma majestuosa, con una naturalidad y una belleza poco comunes; todo es filmado de manera próxima, íntima, pero también tomando la distancia que impone el respeto.
Shara representa mi idea de qué debe ser el cine.

viernes, 18 de diciembre de 2009

Café Lumière (2003), de Hou Hsiao-Hsien

Café Lumière es un homenaje del cineasta taiwanés Hou Hsiao-Hsien al célebre director japonés Yasujirô Ozu, con motivo de cumplirse el centenario de su nacimiento en el año 2003.
Yôko (Yo Hitoto), una joven periodista dedicada a investigar los sitios frecuentados por un intérprete de jazz en los años '30, y pasar tiempo con Hajime (el grandioso Tadanobu Asano), un amigo dueño de una librería y aficionado a grabar los sonidos de los trenes, emprende un viaje con el propósito de visitar a sus padres para anunciarles que está embarazada y ha decidido tener a su hijo sola.
A partir de esta historia mínima, Hou construye una película que fluye como la vida misma. Hecha de tiempos pausados y pocas palabras, sigue a los personajes en su entorno, los cafés y estaciones de trenes de la omnipresente ciudad de Tokio, utilizando la fotografía y el sonido con la intención de transmitir una verosimilitud casi documental.
Siguiendo a Ozu, Hou Hsiao-Hsien filma el ritmo de la vida diaria. Cine en estado puro.

martes, 15 de diciembre de 2009

I'm a Cyborg, but that's O.K. (2007), de Park Chan-wook

Algo que hace posible mejorar aún más mi consideración de un muy buen cineasta es su capacidad de cambiar. El surcoreano Park Chan-wook lo consigue con creces en I'm a Cyborg, but that's O.K. (2006), una (en rigor inclasificable) comedia romántica, su siguiente película a continuación de la hiperviolenta trilogía de la venganza: El nombre de la venganza (2002), Oldboy (2003), Simpatía por la mujer venganza (2005).
En un neuropsiquiátrico, al que Park ingeniosamente pinta de colores vivos, dos internos entablan una angelical relación: una joven de nombre Young-goon (Lim Soo-jung) está convencida de ser un robot y se alimenta con pilas alcalinas, mientras persigue el secreto de su existencia; a su vez, Park-sun (Rain), un cleptómano que experimenta la sensación de creerse un conejo, tiene la intención de salvarla.
I'm a Cyborg, but that's O.K. contiene maravillosas imágenes surrealistas con el objeto de describir toda la fantasía e imaginación que caracteriza al mundo de sus personajes.

Crímenes oscuros (Retribution, 2006), de Kiyoshi Kurosawa

En Crímenes oscuros, el realizador Kiyoshi Kurosawa plantea un interrogante acerca de qué ocurre con las sociedades como la japonesa actual en las que todo es reciclado sin preservar el pasado.
Esos espacios urbanos, que no han sido demolidos ni reconstruidos, ofrecen testimonio del paso del tiempo, a la vez que representan aquello que no fue, lo inacabado.
Los personajes, del mismo modo, no pueden evitar cargar el peso de sus culpas.
Noboru Yoshioka (Kôji Yakusho), un experimentado policía que investiga un asesinato, empieza a dudar de sí mismo; mientras que el ya familiar fantasma mujer joven de pelo largo, lacio y oscuro, en esta ocasión luciendo un vestido color escarlata (el color de la sangre) (Riona Hazuki), que podría no ser más que la corporización de sus pecados, tiene la intención de forzarlo a recordar lo que permanece oculto en su memoria, irrumpiendo en su conciencia, abriendo grietas en las paredes de esos edificios viejos, porque no se puede continuar, parece decir Kiyoshi Kurosawa, sin antes revisar aquella parte de nuestra historia que nos afecta profundamente.

El sabor de la noche (My Blueberry Nights, 2007), de Wong Kar-wai

Wong Kar-wai, nacido en China, criado en Hong Kong, ciudad esta última donde produce su filmografía, es un director esencial en la actualidad desde la excelente Chungking Express (1994).
El sabor de la noche es su última película, escrita en inglés y rodada en Estados Unidos.
Mas el cambio de escenario no resultó tan auspicioso como lo fue, por ejemplo, para Wim Wenders en Paris, Texas (1984), ambas con banda sonora a cargo de Ry Cooder.
El filme conserva la riqueza de las imágenes que son una marca registrada por el realizador: sus luces de neón, sus colores saturados, sus primeros planos que buscan atrapar en cada gesto el alma de sus personajes (no colabora que Jude Law, Norah Jones o Rachel Weisz se encuentran a años luz en términos expresivos de sus actores fetiche: Tony Leung y Maggie Cheung), cumpliendo un rol fundamental la fotografía de Darius Khondji, reemplazo en plan mimetización del habitual colaborador Christopher Doyle (está todo lo habitual: los trenes surcando raudamente la azul noche; los interiores deslucidos en el inexorable proceso de marchitarse, a la par de sus ocupantes en ininterrumpido tránsito sin destino (las barras de los bares consiguen destronar a los acostumbrados corredores de los hoteles de mala muerte), etc.