martes, 10 de septiembre de 2019

Lazos perversos (Stoker, 2013), de Park Chan-wook

Lazos perversos es un ejemplo más de una película, cuyo significado para un prestigioso director en el ámbito internacional, en esta ocasión se trata del surcoreano Park Chan-wook (Sympathy for Mr. Vengeance, la magnífica Oldboy), consiste en tener la experiencia de dirigir en la meca del cine.
El primer problema que conspira para que el filme sea más consumado, tratándose de uno perteneciente al género de suspenso, donde es requisito esencial, necesario, la existencia de algo oculto, velado a descubrir, a revelar, es que desde el inicio sabemos, lo cual es premeditado, por supuesto, que tanto el adulto tío Charlie (Matthew Goode), como la joven India Stoker (Mia Wasikowska), son dos psicópatas.
Asimismo, los personajes, como sus protagonistas, carecen de matices. No hay misterio, riqueza, profundidad o complejidad alguna en sus retratos.
En forma coincidente, se puede pensar que el realizador desaprovecha un poco, a los efectos de crear incertidumbre en la trama, de generar una tensión insostenible, de estremecer o inquietar a los espectadores, finalidad de esta clase de largometraje, lo más interesante, sugestivo, revulsivo en el relato que es la atracción sexual que el protagonista masculino ejerce, tanto sobre Evelyn (Nicole Kidman), la madre viuda, inestable e insatisfecha, como sobre la adolescente huérfana, y lo relativo a su despertar sexual y conversión en mujer, todo lo cual podría haber sido mejor explotado.
Dicho lo anterior, si bien no tantos como los que colmaban las anteriores producciones en su país natal, hay suficientes elementos perturbadores en la realización de Park como para demostrar que no fue intimidado por la industria.
Subsiste una actitud desafiante, transgresora, su estética estilizada, su preciosismo en el montaje.
Al mismo tiempo, contiene ideas visuales muy acabadas, usualmente ausentes en el cine para consumo masivo, en general las de India en el campo, que sugieren la evasión, éxodo, emancipación, liberación del opresivo entorno de la mansión familiar, en particular la sangre salpicando, tiñendo de rojo las flores silvestres en el final.

3 comentarios:

panacea69 dijo...

Hola Soyo. Sólo pasaba por acá para agradecerte por ese excelente blog llamado Jazz en la Web. Como siempre, llego tarde a todos lados, pero por suerte, muchos de esos post están aún activos. Te diría que la mayoría. Es una lástima que lo hayas cerrado, pero igual quería agradecerte por el trabajo que te tomaste los años que lo tuviste activo. Abrazo grande

soyo dijo...

Hola, quizás sea verdad aquello de que nunca es tarde. Te cuento que tengo la intención, aunque no la certeza, de regresar con el blog en una nueva modalidad, consistente en mantenerlo activo durante los meses de verano. Ya veremos. Abrazo.

panacea69 dijo...

Abrazo grande. Y nuevamente gracias