lunes, 3 de septiembre de 2018

Sharp Objects (HBO), de Jean-Marc Vallée

Sharp Objects, la recientemente finalizada serie de HBO, cuenta una historia inquietante, sórdida.
La periodista Camille Preaker (Amy Adams) regresa a su ciudad natal, un pueblo sofocante de Missouri en el medio oeste norteamericano de nombre Wind Gap, para cubrir la noticia del asesinato de dos jovencitas y, a la vez, lidiar con problemas emocionales irresueltos, y el recuerdo de una hermana muerta en misteriosas circunstancias.
Allí se reencuentra con su dominante, manipuladora madre Adora (maravillosa Patricia Clarkson, consigue adueñarse del protagonismo); y su engañosa, enigmática adolescente media hermana Amma (espléndida Eliza Scanlen).
Camille es alcohólica, egresada de una institución psiquiátrica y tiene su cuerpo lleno de cicatrices por lesiones autoinfligidas hechas con objetos cortantes (sharp objects).
Alojada en la victoriana mansión familiar donde, más pronto que tarde, saldrán a la luz todos los detalles de un clan retorcido, hecho a pura violencia disimulada, habitando un pueblo provinciano maldito, signado por las diferencias de clase, el odio y el rencor, cuyo deporte más popular es el chisme.
La miniserie acierta en recrear la atmósfera ominosa de un pueblo chico; en retratar las complejas, distantes relaciones entre adolescentes y adultos; y, muy en particular, a esas tres mujeres de oscuros secretos.
Dirigida por el canadiense Jean-Marc Vallée (Big Little Lies) y basada en un libro de Gillian Flynn (Perdida) de nombre Heridas abiertas; en Sharp Objects son las mujeres los personajes fuertes, determinados, mientras que los hombres son insignificantes, débiles.
En el periódico El País, la autora señaló: “Quería luchar contra la idea de que las mujeres somos inherentemente buenas, maternales y todas esas otras asunciones que se hacen sobre nosotras”.
Entre los roles masculinos, se distingue Alan (Henry Czerny), padrastro de Camille, pusilánime y anestesiado con música.
En el último capítulo, en una resolución un tanto apresurada teniendo en cuenta el desarrollo deliberadamente moroso de los precedentes, Adora es confinada a la cárcel por asumir la responsabilidad de haber intentado envenenar a Camille y Amma, y por el asesinato de las adolescentes.
En el camino de resolver sus traumas, Camille terminará por darse cuenta que no podrá escapar a su historia familiar, ni siquiera dejando atrás Wind Gap una vez más, retornando a Chicago junto a su hermana.
El desenlace (desarrolado en una serie de flashbacks durante los créditos, producto de un logrado breve montaje), oportunidad de revelar el enigma, muestra a Amma asesinando a las dos chicas desaparecidas con ayuda de sus amigas; y, por si no fuera suficiente, quitando la vida a su nueva vecina Mae.

No hay comentarios: