El único antecedente de un disco solista de Pat Metheny usando un cuarteto con saxofón es 80/81 (ECM, 1980), donde participaron los desaparecidos saxofonistas Dewey Redman y Michael Brecker.
Otras grabaciones que pueden mencionarse como sendas incursiones en dicho formato, ocupando Metheny el rol de acompañante, son: Wish (Warner Bros., 1993), de Joshua Redman, y Pursuance: The Music of John Coltrane (Warner Bros., 1996), de Kenny Garrett.
No se puede omitir, claro está, el antológico Song X (Geffen, 1985), la colaboración con su admirado Ornette Coleman.
Pero la verdadera génesis de Unity Band se debe hallar en el tema Arena (Sand), perteneciente al primer álbum como líder del baterista Antonio Sánchez, de nombre Migration (Cam Jazz, 2007), oportunidad de cooperar, por primera vez, con el saxofonista Chris Potter (Dave Holland, Dave Douglas).
Por su parte, Metheny conoció al contrabajista Ben Williams (Marcus Strickland), ausente en el disco de Sánchez, cuando Christian McBride, el contrabajista de su último trío a la fecha, lo invitó a un evento realizado en Juilliard, en el cual intervinieron alumnos de dicha escuela de música, resultando impresionado con las habilidades demostradas por el joven músico.
En cuanto a Sánchez, es el auténtico socio del guitarrista desde la edición, una década atrás, de Speaking of Now (Warner Bros., 2002), del Pat Metheny Group, empleándolo también en los proyectos paralelos a la banda.
Unity Band inicia con los agridulces aires latinos de New Year, donde Potter toca un sorprendente, muy expresivo solo, en el mismo tono conmovedor del que interpretara en Arena (Sand); Roofdogs contiene la acostumbrada dosis de guitarra sintetizada, instrumento con el cual Metheny ha logrado una identificación, añadiendo un matiz dramático; Come and See incluye una cadenciosa introducción de Potter en clarinete bajo, acompañado de unos rasgueos en la guitarra Pikasso de 42 cuerdas, continuando en una verdadera demostración de dinámica por parte del cuarteto; This Belongs to You enseña toda la calidez habitual en la guitarra acústica, nueva ocasión de recorrer los habituales paisajes pastorales propios del medio oeste norteamericano, su lugar de nacimiento; en el animado, contagioso Signals (Orchestrion Sketch), el guitarrista usa un orquestrión, una orquesta de robots musicales, cuyo precedente está situado en el siglo diecinueve, accionados por solenoides o dispositivos electromagnéticos y controlados con un pedal de efectos, novedad presentada en el disco Orchestrion (Nonesuch, 2010); en el cierre, Breakdealer es un tiempo rápido que presenta una línea melódica apremiante, urgente, en un estilo más decididamente orientado a un jazz de la corriente principal, donde se distingue la propulsiva labor de Antonio Sánchez en la batería.
A medio camino entre sus propuestas con el Pat Metheny Group y los tríos de guitarra, Unity Band muestra, a pesar de continuar sin hacer cambios sustanciales en el contenido de su música, que las dotes de Pat Metheny como improvisador extraordinario y hábil melodista siguen intactas. ***1/2
Otras grabaciones que pueden mencionarse como sendas incursiones en dicho formato, ocupando Metheny el rol de acompañante, son: Wish (Warner Bros., 1993), de Joshua Redman, y Pursuance: The Music of John Coltrane (Warner Bros., 1996), de Kenny Garrett.
No se puede omitir, claro está, el antológico Song X (Geffen, 1985), la colaboración con su admirado Ornette Coleman.
Pero la verdadera génesis de Unity Band se debe hallar en el tema Arena (Sand), perteneciente al primer álbum como líder del baterista Antonio Sánchez, de nombre Migration (Cam Jazz, 2007), oportunidad de cooperar, por primera vez, con el saxofonista Chris Potter (Dave Holland, Dave Douglas).
Por su parte, Metheny conoció al contrabajista Ben Williams (Marcus Strickland), ausente en el disco de Sánchez, cuando Christian McBride, el contrabajista de su último trío a la fecha, lo invitó a un evento realizado en Juilliard, en el cual intervinieron alumnos de dicha escuela de música, resultando impresionado con las habilidades demostradas por el joven músico.
En cuanto a Sánchez, es el auténtico socio del guitarrista desde la edición, una década atrás, de Speaking of Now (Warner Bros., 2002), del Pat Metheny Group, empleándolo también en los proyectos paralelos a la banda.
Unity Band inicia con los agridulces aires latinos de New Year, donde Potter toca un sorprendente, muy expresivo solo, en el mismo tono conmovedor del que interpretara en Arena (Sand); Roofdogs contiene la acostumbrada dosis de guitarra sintetizada, instrumento con el cual Metheny ha logrado una identificación, añadiendo un matiz dramático; Come and See incluye una cadenciosa introducción de Potter en clarinete bajo, acompañado de unos rasgueos en la guitarra Pikasso de 42 cuerdas, continuando en una verdadera demostración de dinámica por parte del cuarteto; This Belongs to You enseña toda la calidez habitual en la guitarra acústica, nueva ocasión de recorrer los habituales paisajes pastorales propios del medio oeste norteamericano, su lugar de nacimiento; en el animado, contagioso Signals (Orchestrion Sketch), el guitarrista usa un orquestrión, una orquesta de robots musicales, cuyo precedente está situado en el siglo diecinueve, accionados por solenoides o dispositivos electromagnéticos y controlados con un pedal de efectos, novedad presentada en el disco Orchestrion (Nonesuch, 2010); en el cierre, Breakdealer es un tiempo rápido que presenta una línea melódica apremiante, urgente, en un estilo más decididamente orientado a un jazz de la corriente principal, donde se distingue la propulsiva labor de Antonio Sánchez en la batería.
A medio camino entre sus propuestas con el Pat Metheny Group y los tríos de guitarra, Unity Band muestra, a pesar de continuar sin hacer cambios sustanciales en el contenido de su música, que las dotes de Pat Metheny como improvisador extraordinario y hábil melodista siguen intactas. ***1/2
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