En el marco del Personal Fest '11, se presentó Lenny Kravitz, en lo que significó mi regreso a los recitales de rock.
Debo admitir que tenía mis dudas con Lenny, debido no a sus indudables cualidades como performer, sino a la notoria falta de inspiración que afecta su carrera desde hace más de una década, la mitad de su trayectoria por cierto, aún cuando en su reciente álbum de nombre Black and White America, experimenta una mejoría.
Lo presenciado en la sede Jorge Newbery del Club Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires, permitió advertir que se encuentra en muy buena forma, hecho que, sumado al impecable soporte de su grupo, fue resumido por el comentario de una señorita a su amiga: "La voz, todo, es como en el disco", y recompensado por la audiencia, que aportó calor a la inesperada fría noche de primavera.
Es una pena que el prejuicio que padece Lenny Kravitz, puesto de manifiesto en frecuentes sentencias de críticos y oyentes, inclinados a acusar al cantante de ser meramente un imitador (me animo a afirmar que muchos no han escuchado a Jimmy Hendrix, Led Zeppelin, James Brown, Sly Stone, Curtis Mayfield o Parliament), impida reconocer la creativa amalgama de rock clásico, soul, funk y psicodelia que el neoyorquino ha elaborado.
En su arte, se destaca un ingrediente de música negra que en la actualidad está ausente excepto en propuestas asociadas al hip-hop.
Ese condimento estuvo un poco diluido en su actuación en Buenos Aires, presente en los arreglos característicos de la música disco en Black and White America, hábilmente introducidos por un solo de trompeta sobre unos acordes de piano eléctrico; y en la prodigiosa It Ain't Over 'til It''s Over, inspirada en Earth, Wind & Fire y el sello Motown; debido que el repertorio ofrecido puso énfasis en sus temas más definidamente roqueros, a los que se debe agregar el cover del grupo The Guess Who, American Woman, convenientemente estimulantes para un concierto en vivo.
A modo de ejemplo, se pueden citar: Come on Get It, pista empleada para difundir el disco y razonable elección para abrir el show; Where Are We Runnin'?; Rock Star City Life; y éxitos de los noventas como: Fields of Joy, Always on the Run, Fly Away y Are You Gonna Go My Way?, esta última acompañada de un multitudinario pogo.
En el final, con los intérpretes sentados al borde del escenario, buscando recrear un ambiente de intimidad junto a sus seguidoras, irrealizable en el contexto de un estadio, fue el momento de dos versiones propias de fogón de: I Belong To You y Again (una extraña elección, dado que debe ser una de sus canciones más débiles).
El bis tuvo lugar con una versión extendida a casi veinte minutos de Let Love Rule, incluyendo una gira en plan proselitista de Lenny por el campo, cerrando una noche en la que brindó lo mejor que tiene para dar.
Debo admitir que tenía mis dudas con Lenny, debido no a sus indudables cualidades como performer, sino a la notoria falta de inspiración que afecta su carrera desde hace más de una década, la mitad de su trayectoria por cierto, aún cuando en su reciente álbum de nombre Black and White America, experimenta una mejoría.
Lo presenciado en la sede Jorge Newbery del Club Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires, permitió advertir que se encuentra en muy buena forma, hecho que, sumado al impecable soporte de su grupo, fue resumido por el comentario de una señorita a su amiga: "La voz, todo, es como en el disco", y recompensado por la audiencia, que aportó calor a la inesperada fría noche de primavera.
Es una pena que el prejuicio que padece Lenny Kravitz, puesto de manifiesto en frecuentes sentencias de críticos y oyentes, inclinados a acusar al cantante de ser meramente un imitador (me animo a afirmar que muchos no han escuchado a Jimmy Hendrix, Led Zeppelin, James Brown, Sly Stone, Curtis Mayfield o Parliament), impida reconocer la creativa amalgama de rock clásico, soul, funk y psicodelia que el neoyorquino ha elaborado.
En su arte, se destaca un ingrediente de música negra que en la actualidad está ausente excepto en propuestas asociadas al hip-hop.
Ese condimento estuvo un poco diluido en su actuación en Buenos Aires, presente en los arreglos característicos de la música disco en Black and White America, hábilmente introducidos por un solo de trompeta sobre unos acordes de piano eléctrico; y en la prodigiosa It Ain't Over 'til It''s Over, inspirada en Earth, Wind & Fire y el sello Motown; debido que el repertorio ofrecido puso énfasis en sus temas más definidamente roqueros, a los que se debe agregar el cover del grupo The Guess Who, American Woman, convenientemente estimulantes para un concierto en vivo.
A modo de ejemplo, se pueden citar: Come on Get It, pista empleada para difundir el disco y razonable elección para abrir el show; Where Are We Runnin'?; Rock Star City Life; y éxitos de los noventas como: Fields of Joy, Always on the Run, Fly Away y Are You Gonna Go My Way?, esta última acompañada de un multitudinario pogo.
En el final, con los intérpretes sentados al borde del escenario, buscando recrear un ambiente de intimidad junto a sus seguidoras, irrealizable en el contexto de un estadio, fue el momento de dos versiones propias de fogón de: I Belong To You y Again (una extraña elección, dado que debe ser una de sus canciones más débiles).
El bis tuvo lugar con una versión extendida a casi veinte minutos de Let Love Rule, incluyendo una gira en plan proselitista de Lenny por el campo, cerrando una noche en la que brindó lo mejor que tiene para dar.
1 comentario:
Lista de temas:
Come On Get It
It Ain't Over 'Til It's Over
Mr. Cab Driver
Black And White America
Fields of Joy
American Woman
Always on the Run
Believe
Stand
Were Are We Runnin'?
Rock Star City Life
Fly Away
Are You Gonna Go My Way?
I Belong To You
Again
Let Love Rule
La banda:
Craig Ross, guitarra;
George Laks, teclados;
Gayle Anne Dorsey [David Bowie], bajo eléctrico;
Franklin Vanderbilt, batería;
Harold Todd, saxo tenor;
Ludovic Louis, trompeta;
trombonista no identificado.
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