Epitafio, proveniente de Corea del Sur y firmada por los hermanos Jung Beom-sik y Jung Sik, asistentes de Park Chan-wook en Oldboy y Sympathy For Mr. Vengeance, tiene todos los ingredientes propios del cine de fantasmas, lo cual, por repetidos, quitan mérito a todo filme dedicado a recrear el mencionado género. Nunca he visto ninguno que prescinda de la característica fantasma vengativa de pelo largo negro; en particular, recuerdo la recomendable A Tale of Two Sisters, de Kim Jee-woon.
Epitafio cuenta a su favor con una cuidada estética, una bella fotografía y convincentes actuaciones.
La película enlaza tres relatos sucedidos en un hospital situado en Seúl, durante la ocupación japonesa en el año 1942: un joven estudiante de medicina, comprometido a contraer un matrimonio arreglado por sus padres, se enamora del cadáver de la hija de la directora del hospital, su prometida; una niña indemne de un accidente de tránsito en el que muere su familia es perseguida por fantasmas; una pareja de jóvenes médicos regresa de Japón y unos asesinatos en serie ocurren en torno de ellos.
Los temas son los recurrentes al género: el dolor que provoca la pérdida de seres queridos y la propia idea de mortalidad.
Epitafio cuenta a su favor con una cuidada estética, una bella fotografía y convincentes actuaciones.
La película enlaza tres relatos sucedidos en un hospital situado en Seúl, durante la ocupación japonesa en el año 1942: un joven estudiante de medicina, comprometido a contraer un matrimonio arreglado por sus padres, se enamora del cadáver de la hija de la directora del hospital, su prometida; una niña indemne de un accidente de tránsito en el que muere su familia es perseguida por fantasmas; una pareja de jóvenes médicos regresa de Japón y unos asesinatos en serie ocurren en torno de ellos.
Los temas son los recurrentes al género: el dolor que provoca la pérdida de seres queridos y la propia idea de mortalidad.
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