Heldenplatz, la afamada obra de Thomas Bernhard, ubica la acción después del funeral del profesor Schuster, regresado a Viena tras décadas de un exilio autoimpuesto con motivo de la anexión de Austria por parte de Alemania, proclamada por Adolf Hitler ante una multitud el 15 de marzo de 1938 en la célebre Heldenplatz.
La muerte del profesor Schuster fue provocada por suicidio al arrojarse desde la ventana de su piso, situado frente a la Plaza de los Héroes, decidido a no soportar que el antisemitismo y el fascismo formaran parte de la sociedad de su país.
Heldenplatz está estructurada a partir de tres monólogos pronunciados por la señora Zittel, ama de llaves de la familia Schuster (Rita Cortese), Anna, una de las hijas del difunto profesor (Juliana Muras), y Robert Schuster, hermano del desaparecido profesor (Pompeyo Audivert), separados por la proyección de un video, cuyo contenido consiste en un discurso de Hitler con el rostro tachado, donde se escucha como fondo el griterío de un gentío manifestándose en su favor.
El significado de la pieza teatral es una denuncia sobre el autoritarismo de los gobernantes, y la complicidad, la complacencia y la banalidad del pueblo, intelectuales, artistas y comunicadores. "El odio al judío es la naturaleza más auténtica del austríaco", enuncia su hermano Robert.
La escenografía de Norberto Laino muestra una vivienda en desorden, donde se observan las paredes agrietadas, algunos sillones, libros y ropa por todas partes, subrayando la decadencia moral de sus ocupantes.
Una destacada puesta en escena de Emilio García Wehbi de un texto audaz e inquietante que invita a reflexionar acerca de la persistencia de la intolerancia.
La muerte del profesor Schuster fue provocada por suicidio al arrojarse desde la ventana de su piso, situado frente a la Plaza de los Héroes, decidido a no soportar que el antisemitismo y el fascismo formaran parte de la sociedad de su país.
Heldenplatz está estructurada a partir de tres monólogos pronunciados por la señora Zittel, ama de llaves de la familia Schuster (Rita Cortese), Anna, una de las hijas del difunto profesor (Juliana Muras), y Robert Schuster, hermano del desaparecido profesor (Pompeyo Audivert), separados por la proyección de un video, cuyo contenido consiste en un discurso de Hitler con el rostro tachado, donde se escucha como fondo el griterío de un gentío manifestándose en su favor.
El significado de la pieza teatral es una denuncia sobre el autoritarismo de los gobernantes, y la complicidad, la complacencia y la banalidad del pueblo, intelectuales, artistas y comunicadores. "El odio al judío es la naturaleza más auténtica del austríaco", enuncia su hermano Robert.
La escenografía de Norberto Laino muestra una vivienda en desorden, donde se observan las paredes agrietadas, algunos sillones, libros y ropa por todas partes, subrayando la decadencia moral de sus ocupantes.
Una destacada puesta en escena de Emilio García Wehbi de un texto audaz e inquietante que invita a reflexionar acerca de la persistencia de la intolerancia.
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